Notas para discusión
Hirschman.
Las pasiones y los
intereses (Hirschman
1999)
JTV-2012
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Seguido mis
anotaciones desde prólogo hasta fin del capítulo “El principio de la pasión
compensatoria” (Hirschman
1999, 11–53)
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El
texto en cuestión trata de dar cuenta de las bases ideológicas del capitalismo
actual. Es menester tomar en cuenta que en este autor el capitalismo es un
proyecto político-cultural con sus mecanismos de poder legitimados y anclados
en un sistema democrático que impulsa la acumulación del capital, pero a la vez
permitiría la búsqueda del desarrollo de otras potencialidades y necesidades
humanas (lo posible).
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De
forma resumida se trata de un binomio INTERESES[1]
(racionales, calculados, inocuos) versus PASIONES (indómitas, irracionales,
dañinas). El autor sostiene como hipótesis que el capitalismo activa ciertas
tendencias humanas benignas (intereses) a costa de otras malignas (pasiones).
Acá dos preguntas de indagación al texto: ¿la acción humana puede darse sin
pasiones? ¿los interese son un tipo de pasiones “domesticadas”? Asunto que se resume en el epígrafe de este
libro “Es una suerte para los hombres estar en una situación tal que, aunque
las pasiones puedan moverlos a ser malvados, tienen sin embargo un interés en
no serlo” (Montesquieu).
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Parece
oportuno aclarar, que el autor describe algunos mecanismos[2]
del aprovechamiento de una pasión violenta a favor de un interés inocuo a favor
de la adquisición de riquezas.
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Un
asunto central (para nosotros) es que en este texto se discuten de forma
tangencial algunos de los supuestos de modelo minimalista de acción económica
de los agentes. Asunto central porque en la ciencias del comportamiento es una
de las vertientes más fuertes desde las cuales se da cuenta de la agencia de
los actores. Perspectiva teórica que en la sociología analítica ha rendido
buenos frutos (Coleman, Boudon; los más destacados) y cuya contraparte carece
de alternativas teóricas y analíticas de amplia aceptación. En otras palabras,
parece ser que desde un individualismo metodológico el interés es la única
motivación válida teóricamente[3].
Pero si el único móvil válido teóricamente es el interés propio (¿egoísmo
utilitario?) ¿no estamos reduciendo el desarrollo de la plena personalidad de
las personas? Un aspecto más, en lugar de seguir la línea teórica más
institucionalizada de estudiar los efectos no deseados de la acción, con
Hirschman nos centramos en el estudio de los buscados y no realizados.
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De la introducción. Si bien el origen de las ideas y visiones de mundo se enraiza en
procesos sociohistóricos, el interés del texto se guía por una genealogía de
los ideales éticos de la transición de la Ilustración Europea[4]
de los siglos XVII y XVIII como semillero de la disputa entre el binomio en
estudio. Esto es la transición de entre dos ideales éticos: (a) el declive del
viejo referente aristocrático europeo, enfrentado a (b) la emergencia de un
nuevo referente de la burguesía ascendente.[5]
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La idea de gloria y su desmoronamiento. Parte de la pregunta de Weber en La ética protestante y Espíritu del
Capitalismo: ¿Cómo es posible que esta conducta éticamente tolerada en el
mejor de los casos, pudiera convertirse en el tiempo en una “profesión” en el
sentido de Benjamín Franklin? La cual expresaría la transición de ideales
éticos anunciada en introducción. Transición que indica una transmutación o
inversión del orden. A diferecnia de Agustín, Tomás de Aquino, Dante y otros;
la nueva moral impulsa la búsqueda de riqueza, de gloria terrenal, de
acumulación. El egoísmo se convierte en motor político y moral de una nueva
forma de ser y de estar en el mundo, un nuevo ethos y un nuevo antropos. La
muerte del ideal heroico.
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El hombre “como es en realidad”. Al retomar el realismo político de Maquiavelo
se anuncia una nueva forma de autocomprensión del comportamiento humano y de
las fuentes de tal proceder. La acción humana es un acto público y político (al
competir con otros intereses y con diversas fuerzas). En ese sentido el arte de
gobernar implica alcanzar, mantener y aumentar esas cuotas de poder social
(político), sunto que compete a la “naturaleza” humana y del Estado. Con
Spinoza y Vivo se afianza la distinción hecha por Maquiavelo que afecta la
forma de hacer ciencia moderna: entre lo que es (positivo) y lo que debería ser
(normativo). La apuesta se inclina más a la segunda, aun cuando no se puede
dejar del todo la segunda.
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Represión y aprovechamiento de las pasiones. Ante la imposibilidad de moralizar la acción
humana surgen tres vías argumentativas que intentan solventar ese vacío
religioso (en su sentido de re-ligare, como amalgama social): (a) recurso a la
coerción y la represión, [vía Hobbes] (b) aprovechar las pasiones, [vía
contrato social] (c) enfrentar o atacar pasiones con pasiones [vía
marginalista]. En todas se reconoce la fuerza vital que
debe ser dominada (recuérdese el Fausto de Goethe). La idea básica es la metamorfosis de las
pasiones en virtudes, como plantea Vico:
Pasión
|
Aprovechamiento
|
Valor
|
Ferocidad
|
Milicia
|
Fortaleza
|
Avaricia
|
Comercio
|
Opulencia
|
Ambición
|
Política
|
Sabiduría
de las república
|
Bien, la metamorfosis de Mendeville (fábula de
las abejas) donde se aprovechan los vicios privados (pasiones) en el logro de
beneficios públicos (virtudes) y que A. Smitt logra recapturar al cambiar el
vocabulario [pasión es ventaja y vicio es interés]. Con mayor agudeza se retoma
“La astucia de la Razón” de Hegel que “expresa la idea de que los hombres,
siguiendo sus pasiones sirven de hecho a algún propósito histórico de alcance
mundial más elevado que ignoran totalmente” (Hirschman 1999, 43)
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El principio de la pasión compensatoria. Se trata de una lucha entre pasiones que se
anulen, bien, que permita esta lucha el desarrollo de las capacidades humanas,
sobre todo las del pensar inductivo y experimental. Es gobernar el propio yo[6].
Al respecto Spinoza apunta dos proposiciones clave para ello (a) un afecto
debe ser reprimido por un afecto
contrario y más fuerte, (b) la lucha contra los afectos no pasa por una
distinción entre bien y más, sino por reconocerle como afecto. En otras
palabras, las pasiones son autónomas y son fuerzas vitales. Por su parte, Hume
radicaliza el diagnóstico “la razón es, y debería ser sólo, la esclava de las
pasiones”. Por tanto, la razón como tal no es una pasión, una pasión sólo es
afectada por otra pasión. Hay un juego lúdico de placer al reprimir (sublimar)
esas pasiones (energías, potencia en lenguaje de Spinoza). Así, la pasión compensatoria es un mecanismo
vital de lucha entre pasiones destructivas y otras creativas, que deben ser
fomentadas (reglamentadas, domesticadas, institucionalizadas) socialmente. Se
debe curar un vicio con otro, con menos pernicioso. Esta transmutación indica
el camino de las pasiones destructivas de la naturaleza humana (S. XVII) hacia
las pasiones compensatorias impulsadas en el S. XVIII: los intereses. Aquí el
interés (pasión compensatoria) se convierte en “piedra angular” del proyecto
civilizatorio. Así, la ambición combate a la ambición. En sentido social e
histórico, la máxima ambición es detentar el poder (cosa que se posee, un
quantum) [que no es otra cosa que la expresión de la naturaleza humana y su
estudio es un acto de pasión intelectual], una forma de contrarrestar ello será
(pesos y contrapesos) la separación de poderes en ámbito público.
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“Interés” e “intereses” como domadores de las pasiones.
Referencias
Bourdieu, Pierre. 1997. “‘Lo
Real Es Relacional’ y ‘¿Es Posible Un Acto Desinteresado?’” In , 13–21 y
139–158. Barcelona, España: Editorial Anagrama S. A.
Elías,
Norbert. 1994. El proceso de la civilización. Investigaciones sociogenéticas
y psicogenéticas. México D.F: Fondo de Cultura Económica.
Elster,
Jon. 1988. Uvas Amargas Sobre La Subversión De La Racionalidad. Ideas 4.
Barcelona: Península.
———.
1989. Ulises Y Las Sirenas Estudios Sobre Racionalidad E Irracionalidad.
Breviarios Del Fondo De Cultura Económica 510. México, D.F: Fondo de Cultura
Económica.
———.
2005. “A favor de los mecanismos.” Sociológica.
Foucault,
Michel. 1990. Tecnologías del yo y otros textos afines. Barcelona,
España: Paidós/I.C.E.-U.B.A.
Hirschman,
Albert O. 1999. Las Pasiones y Los Intereses. Argumentos Políticos En Favor
Del Capitalismo Previos a Su Triunfo. Barcelona, España: Península.
Ornaghi,
Lorenzo, and Silvio Cotellessa. 2003. Interés. Léxico De Política.
Buenos Aires, Argentina: Nueva Visión.
Taylor,
Charles. 2006. Fuentes del yo. Editorial Paidós.
[2] Al respecto de mecanismo véase (Elster 2005). Importante resaltar que este autor
los mecanismos son realidades ontológicas y lo que hacemos es modelarlos teóricamente
(simplificarlos).
[3] Las principales críticas que conozco (que no
son de hecho las más placenteras a la academia dominante) son (Bourdieu 1997; Elster 1989;
Elster 1988)
[4] Creo que ethos cercano a la forma en que lo
plantea Foucault respecto del ¿Qué es la Ilustración?, de Kant. En, http://www.catedras.fsoc.uba.ar/mari/Archivos/HTML/Foucault_ilustracion.htm
[5] Esta forma de ir a las fuentes del proyecto
occidental me remite a dos textos (Elías
1994; Taylor 2006)
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