En otras palabras, esta técnica (y otras, de la tradición cualitativa-reflexiva) permite una revisión constante del material, del enfoque teórico y de las prenociones-prejuicios desde los que el investigador/a hace su producción de conocimiento sobre su objeto particular. Es lo que en teoría fundamentada se conoce como Método de comparación constante (MCC)[2].
En esta técnica habrían varias posibilidades o variaciones epistemológicas y técnicas para enfrentar “el discurso”: análisis de contenido, análisis estructural (i.e. Rosa María Pochet), sociocrítica (i.e. Edmond Cros) , el análisis ideológico de discurso (i.e. Helio Gallardo, Óscar Jiménez Ardón), análisis crítico de discurso (i.e. Van Dijk, Meyer), etc.
Lo determinante, es que, en todas, el discurso es objeto de estudio. Es una puerta a través de la cual, podemos acceder al universo de significación (marco categorial) desde el cual para el sujeto cobra sentido su “ser estar en el mundo”. Al respecto acusa Bajtín: “como sabemos, cada palabra es una pequeña arena de cruce y lucha de los acentos sociales de diversas orientaciones. La palabra, en los labios de un individuo aislado aparece como producto de interacción de las fuerzas sociales vivas”[3]. Es decir, se trata de establecer el nexo entre el discurso apostado y la sociedad donde dicho discurso es: producido y distribuido[4].
El Análisis crítico de discurso (ACD)[5], parte de que los discursos son históricos, por ende políticos y en consecuencia los alcances políticos de esta perspectiva son: develar las relaciones de poder que se ocultan-muestran[6] en el discurso y los resultados de dicho análisis se encaminan hacia su relevancia práctica. En este mismo libro, Van Dijk, afirma que el ACD “se centra en los problemas sociales y en especial en el papel del discurso en la producción y la reproducción del abuso del poder o de la dominación” (p.144).
El reto, se da, en que el material discursivo, es ya una elaboración “refractaria” (en términos bajtinianos)[7] es decir, hay un proceso de jerarquización ideológica (visión de mundo) que refracta a su vez una jerarquización sociohistórica (política, económica, etc) allí contenida. En otras palabras, todo discurso contiene refracciones discursivas que concatenan las vivencias y las valoraciones éticas y estéticas que un colectivo social expresa o calla sobre su devenir, pero que son expresados y condensados en diversos materiales sígnicos: pintura, caricatura, chistes, discursos políticos, artículos de opinión, etc., por seres humanos concretos. Esto es así, porque el cambio de las funciones de determinados valores no es el resultado de una valoración subjetiva, sino de un cambio objetivo de las relaciones sociales: de la praxis humana. Las cuales a su vez serán refractadas por el investigador/a.
En general, se puede establecer que los criterios epistemológicos comunes a todo análisis de discurso suponen:
- Supone que todo [ORIGEN] autor de textos [SUJETO CULTURAL, siguiendo a Cros], y con ello, todo texto es portador de representaciones y valores más o menos consientes que expresan o traducen la posición o posiciones (movimiento) de un grupo o subgrupo social al interior de una formación económico-social.
- Indica que el material explícito de un texto sólo adquiere su sentido comunicativo objetivo por su organización [ESTRUCTURA INTERNA = FORMA ESTÉTICA], y por su inserción posible de esa organización en los sistemas y subsistemas [IDEOLOGÍAS REGIONALES] que conforman el campo de la ideología
- Señala que el material explícito de un texto remite a comportamientos o prácticas sociohistóricas “externas” al texto. Prácticas que lo determinan [SENSIBILIDAD DOMINATE ó ethos]
- Observa que los contenidos y la forma explícitos de un texto no constituyen necesariamente su mensaje comunicativo objetivo.
- Plantea que la forma y contenidos mediante los cuales un texto sesga un mensaje comunicativo objetivo es función del juego – defensa, refuerzo, negatividad, racionalidad, tecnología, etc. – de las ideologías regionales frente a la ideología dominante.
Esquema 1: Niveles a considerar en un análisis de discurso
Fuente: Elaboración propia
Ahora, volviendo explícitamente al ACD, se puede afirmar que:
“Como el resto de perspectivas, esta corriente reconoce la relación existente entre el discurso y la sociedad y el hecho de que la actividad discursiva es una práctica social, sin embargo, su interés radica en descubrir y describir las importantes repercusiones sociales e ideológicas del discurso. Las relaciones sociales que cristalizan en el discurso a menudo implican conceptos como poder, relaciones de género, filiación étnica (...) El hecho de concebir este análisis como crítico implica que se debe ir más allá de la simple constatación de estos conceptos y centrarse en ciertas “desviaciones” de los mismos como el abuso de poder, la discriminación por razones de género o raza, etc. (…) Una consecuencia teórica fundamental de este tipo de elección es el hecho de que el ACD no se propone contribuir al desarrollo de un paradigma científico concreto sino que su objetivo es el tratamiento y análisis de los problemas sociales en su vertiente discursiva, es decir, trata de investigar si cuestiones como, por ejemplo, el racismo o el sexismo tienen un reflejo en las prácticas discursivas desarrolladas en nuestras sociedades.”[8]
En fin, el todo discurso expresa y condensa las cosmovisiones de grupos sociohistóricos, que tratan de dar sentido a sus existencias, aspecto que podemos graficar:
Esquema 2: Supuesto epistémico-político del ACD
Fuente: Gallardo, 1981:161
[1] Tarrés, María Luisa. “Lo cualitativo como tradición”, en, Tarrés, María Luisa (coord.) Observar, escuchar y comprender sobre la tradición cualitativa en la investigación social. FLACSO-México, Colegio de México:2001. Página 37
[2] Cf. Strauss, Alsem y Corbin, Juliet. Bases de la investigación cualitativa. Técnicas y procedimientos para desarrollar la teoría fundamentada. Medellín, Colombia: Editorial de la Universidad de Antioquia, 2002. Páginas 29-109.
[3] Bajtin, M [Voloshinov, V] El marxismo y la filosofía del lenguaje: Los principales problemas del método sociológico en la ciencia del lenguaje. (trad. Tatiana Bubnova). Madrid: Alianza Editorial, 1992. Página 70
[4] Ver mis artículos “El concepto de Ideología en Mijail Bajtin” y “Discurso Ideológico sobre la violencia en los colegios públicos de Costa Rica” http://alainet.org/active/16627
[5] Meyer, Michael. “Entre la teoría, el método y la política: la ubicación de los enfoques relacionados con el ACD” En, Wodak, Ruth y Meyer, Michael. Métodos de Análisis Crítico de Discurso. Barcelona: Gedisa Editorial, 2003. Páginas 35-59
[6] Este dueto mostrar-ocultar es lo que en la tradición hermenéutica de Heidegger y Gadamer se denomina “aleteia” y que se presenta como clave de lectura para asumir los círculos de significación. En este sentido, véase: Gadamer, H.G. Verdad y Método. Fundamentos para una hermenéutica filosófica. Salamanca: Ediciones Sígueme, 1977. En especial el capítulo “Análisis de la conciencia de la historia efectual” páginas 415-459.
[7] Sobre el tratamiento del concepto refracción discursiva, véase el texto de Bajtín antes referido con especial atención en las páginas 24-50 y 118-137.
[8] De la Fuente García, Mario. “El Análisis Crítico del Discurso: una nueva perspectiva” En, Contextos. XIX-XX/37-40, 2001-2002. Páginas 408-409.
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